literatura

Contraindicado.

Mientras mi mente es un torbellino de confusas ideas
no logro visualizar a dónde se dirige.
Veo palabras, desesperadas por ser utilizadas.
Veo imágenes, cada una queriendo ser la primera en ser admirada.

Pero no logro descifrar. Hay algo más.

Hay un nudo en mi pecho. Quiere deshacerse y expulsar todo de una vez.
Sin embargo, es perentorio. La razón tomó la decisión.
Y, a mi pesar, soy reprimida una vez más.

¿Reprimida? Lo siento. Hay algo que no debo decir, siquiera pensar.
Pero está ahí. Y sigo sin descifrar.

Unos ojos oscuros me miran fijamente. Un atisbo de claridad.
Desaparecen…

El toque suave de unas manos fuertes, elevándome.
Ya no están…

Grito.

Es completamente frustrante.
Mi memoria está a punto de alcanzar lo intocable y una vez más se me escapa entre los dedos.

Confusión.

Desgarrado mi dominio, el poco que tengo.

Es palpable entre mis recuerdos. No es producto de mi imaginación.
Y sin embargo todo se entremezcla. Realidad e ilusión.

Una sombra, que me es familiar, me acecha.
¿Me estoy volviendo loca?

Sueño con unos labios, y unas manos. También un cuerpo. Ese cuerpo…
Lo conozco y a la vez no.

Hay demasiada claridad. Abro los ojos.
Mi cama.

Era un sueño. Tan vívido, empero.

La realidad me golpea y no lo veo venir.
Sos vos. Siempre vos.
Lo censurado y lo consentido.
Lo indeseado y lo anhelante.

Sos mi antítesis y sin embargo te siento mi complemento.

Prohibido.

El nudo sigue ahí. Las palabras esperando para decir lo contraindicado.
Las trago, una vez más. Sólo hasta que tengas el valor para escucharlas.

Juliana Del Pópolo.~

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Ph: Ana González.

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